HOMBRE SE NACE , NO SE HACE
La Ilíada nos cuenta la historia de una mujer que no permite en un principio que su marido se vaya a la guerra diciéndole las siguientes:"no te apiadas de tu hijo, aún tierno, ni de mí, inafortunada, que pronto seré tu viuda. Ya que la mujer tampoco tenía un padre ni a una madre que pudiese cuidar de ella si su marido muriese en la guerra. Finalmente la mujer accede a que su marido vaya a la guerra pero le da un consejo "a tus huestes detén la higuera, la ciudad es más accesible y el muro es más fácil de escalar ".
La respuesta de Héctor fue:
Él quería era el combate porque él no se podía permitir que los troyanos y las troyanas dijeran sobre él que era cobarde y que huía del combate y tampoco su corazón le permitía huir o no ir a la guerra ya que él siempre ha mantenido la inmensa gloria de su padre y de sí mismo. Héctor le comenta a su mujer que él no podría verla siendo esclava de otras mujeres y llena de lágrimas. Héctor tenía a su hijo en sus manos mientras que le rogaba a todos los dioses que su hijo tuviese el mismo valor y la misma valentía incluso más de la que él tenía. Finalmente le dijo a su mujer que volviese para casa que se ocupase del telar la rueca y que ordenara a las esclavas que se apliquen el trabajo porque los hombres ya estaban para encargarse de la guerra.
Hector volvió teniendo a toda la gente feliz de su vuelta librándoselo de los enemigos
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